Residuos

Nunca se me ocurrió buscar en la basura una gran idea. Puede parecer algo lógico cuando en ellas solo se busca de manera desesperada cubrir una necesidad básica. Tampoco creo que otras personas dedicadas a deformar ideas al máximo se lo hayan planteado alguna vez. Quizás realmente en esos profundos cubos llenos de bolsas de plástico enormes pueda encontrarse una gran idea digna de convertirse en algo maravilloso. No es que me haya vuelto loco o me desespere la idea de encontrar algo que me salve un día más, ¿es que no buscamos ideas en los residuos de la sociedad?

Observar a la gente es una fuente de inspiración básica y ahí encontramos el primer residuo. En mi caso es más revelador cuando se producen gestos que la persona inconscientemente nos regala o no puede controlar. Para ella son completamente desechables y sin valor, ya que no quiere que haya una relación directa con su persona. Se les da el mismo valor que a lo que podemos almacenar en una bolsa que más tarde vamos a tirar. ¿Por qué no entonces del fruto de la observación del contenido de estas encontramos algo que nos sirva?

Esto es un debate abierto en el que pueda darse lugar a una anticipación clara. No os equivoquéis, aunque no pretendo convencer a nadie, no hay respuesta clara a esta cuestión. Si se puede dudar de algo que ante nuestros sentidos parece tan obvio, ¿por qué no hacerlo de algo menos complejo como una construcción social? Ya puedo ver la cara de mucha gente horrorizada al pensar que algo bueno se puede encontrar en la basura, aunque claro está que una parte de lo que llega ahí pudo parecerle bueno a alguien.

Algo tan sencillo como encontrar un libro interesante. ¿Quién no se ha encontrado libros lejos de las estanterías de un hogar? Claro que sí, lo suficientemente alejadas para que no pudiese volver a su lugar de residencia. Por supuesto había muchos que acababan ahí porque no merecían la pena, pero no implica que no puedan hacer a nuestra mente alcanzar una ascensión. ¡Más libros en la basura debería haber! Al alcance de cualquiera, sí.

Si a estas alturas no os he hecho dudar o incluso estar allí donde encotraréis con las culpables de las mejores novelas, algo hice mal. No me eximo de mi parte de culpa, es que no quería ser herido por esas miradas que se creen superiores por tener sus ideas claras. Que la gente sea rechazada por hacer algo que no es peor que el cada día arrastrarse hasta un puesto de trabajo para muchas veces tener que mendigar su dinero, es delirante.