Objetivo

Elección de álbumes que jamás podrán llenar nuestras fotos. Sonrisas insuficientes para demostrar que me siento bien posando. Ojos que pocas veces parpadean antes de que todo salga perfecto. Nervios al sentir que no serás la única persona que podrá ver esto. Tensión que impide relajarme. Te veo de pie buscando la mejor posición, tan cerca y para mí es como si estuvieses en otra dimensión.

La habitación está iluminada para la ocasión. Se te nota impaciente, torpe intentando coordinarlo todo. Una mueca que refleja en ti lo estúpido que queda disimular que tienes todo bajo control. ¿De verdad pensaste alguna vez que podrías encerrar eternamente a alguien en una triste instantánea? Intentas adornarlas apuntando solo lo que te interesa, maquillando algo que realmente no existe y que por si fuera poco, retocarás sin miramientos para sentir que haces bien tu trabajo.

Foto por Isabel

El vestuario que has elegido no me gusta. Me parece cutre y anticuado. A pesar del desgaste que has sufrido, sigues como el primer día que me bajaste a este sitio. Nada ha cambiado en ti, pero sí que provocaste que todo lo hiciese en mí. No sé por qué pensé que esta vez sería diferente, como siempre, me logras embaucar. Triste de mí que me lo creo, triste pensar que una parte de mí sigue aceptando ser tu modelo. Esclavitud consciente ante la dominación.

Es un monstruo lo que con su gran ojo me enfoca. Se mueve lento y sin piedad, sin importar la frialdad que produce. Oscuro, siniestro como algo que jamás me podrá devolver lo que me fue robado. Sé que no eres real, pero tantas veces me has hecho temblar y te has marcado en mí a base de fuego. Atraviesa la luz por tus entrañas, aunque a ti no podrá convertirte en ningún santo.

¡Maldita puerta que no puedo atravesar! El final de la historia, un capítulo que terminar, mi libertad. Ni una lágrima desperdiciada haré caer. Dejaré que eso ojos que me miran pronto se cierren para no volver a hacerlo. Inundaré de gritos el mundo que te sostiene y que desees no volver a oír mi voz. No volveré a bajar estas escaleras que se resquebrajan como mi alma, ni a sentirme una mota de polvo en el universo.