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Perdiendo el tiempo

Desde hace horas que me encuentro en el mismo lugar, mirando la misma pared. No siento la necesidad de apartar la mirada de aquél punto perdido en el tiempo. No tengo las ganas suficientes para levantarme, ni intenciones de hacerlo. No sé que pensar de ésto, tampoco tengo por qué hacerlo.
Todo pasa desapercibido por mis sentidos. La soledad me deja derrochar cada segundo como me plazca. Sin nadie que me grite o me critique. ¿Sigo siendo el mismo, o soy algo nuevo cada segundo? Si nos estamos renovando cada segundo, cada segundo es único y no hay dos momentos iguales, ¿qué podemos realmente mantener de nuestras vidas? Cada idea se alarga en el tiempo durante un tiempo determinado. Cada vez que lo hacemos sufre cambios, ya no es como antes. Modificamos una y otra vez el proceso. No hay dos maneras iguales de hacerlo. El tiempo es lo que nos condena al arrojo de todo lo que creemos que nos pertenece.
Una tarde sentado a la sombra da para mucho. Estar solo es una forma de conocerse bastante peculiar. ¿No sería más fácil que alguien que estuviera a nuestro lado y pudiera decirnos cómo realmente somos? Si estamos sujetos a algo que no se detiene, ¿qué nos asegura que esa visión se quedó atrás? Es complicado dar por finalizado un proceso. En mi opinión nunca podremos hacerlo. Se pasan la vida diciéndonos que nunca se deja de aprender. ¿Aprendemos algo que esté sujeto a este momento? ¿Será de utilidad lo que aprendemos para este segundo, el que viene y así sucesivamente? ¿No será que nos estamos lanzando a una ignorancia incombatible? Los que realmente conocen este mundo o eso creen, necesitarían repetir cada proceso del que están seguros una y mil veces para saber que sigue siendo como ellos creen.
Seguimos preguntándonos por algo por lo que jamás obtendremos una respuesta. Será que no nacimos para llegar a respuestas correctas, sólo para hacerlas de modo que algunas puedan contestarse y otras no. Aquellos que obtengan una respuesta, espero que algún día puedan compartirla con nosotros, pero quizás cuando ellos nos la cuenten ya no nos sirva. A lo mejor nuestro mayor error fue complicarnos la vida y lanzarnos a una ignorancia que jamás podremos terminar. El ser humano cree saber muchas cosas, sabe explicar miles de procesos que surgen a nuestro alrededor. Tiene un montón de información que encierra en libros. Libros y libros, uno tras otro, respuesta tas respuesta, ningún camino pudo resolver las grandes preguntas de la historia.
Elegimos complicarnos la vida a niveles que jamás podremos resolver. ¿Por qué no reducirnos a lo que originalmente somos? Si cumpliésemos únicamente con nuestras funciones vitales sería todo más fácil. Pero no queremos estar a la altura de otros que no pueden pensar. Queremos estar por encima del resto. 
Somos los grandes creadores de la mentira. Nuestra imaginación es la esperanza que nos hace seguir dándole vueltas al mismo árbol del que muchos años estamos atados. Nos reímos de la estupidez animal, pero deberíamos mirarnos al espejo para poder reírnos de la estupidez humana.
Podrán seguir escribiendo libros acerca de nuestra historia. Segundo por segundo. Lo bueno es que como no sabemos lo que viene después, creemos que algún día servirá de algo todo lo que hemos hecho. Esperamos que algún día alguien nos felicite por toda nuestra contribución al ser humano. Espero esa luz al final del túnel que un día nos prometieron. Seguimos viviendo de las grandes mentiras que nos hacen tener en mente una posibilidad de llegar a un momento cumbre.
Sigamos dejando que la decepción se apodere de nosotros. Sigamos creando expectativas falsas para poder seguir creyendo que seremos felices. Demos a nuestras personas cercanas algo que pueda demostrar lo felices que somos. Estamos a gusto con todo aquello que nos rodea. En realidad tienes todo lo que puedes desear, es tu deseo el que hace que la calma y sed jamás puedan irse. Por ello nunca encuentras la satisfacción en todo aquello lo que haces. Tendrías que cerrar los ojos, vivir con los ojos vendados, destruir todos tus recuerdos y no tener opción para imaginar un momento mejor. Inténtalo, creo que es demasiado tarde.
La creación de grandes figuras superiores es por culpa de haber lanzado la toalla. Tuviste que creer que alguien superior a ti podría darte las respuestas que tú, como ser humano jamás podrías encontrar. Dejaste de creer que los que son como tú, siendo tan vulnerables no podrían lograrlo. Por ello el primer gran culpable de todo lo que ocurre a tu alrededor eres tú. El laberinto es tuyo, la mentira, la desgracia, el dolor, todo lo creaste tú. Creíste que padecer te podría hacer hallar y por ello te toca cargar con ello.
Por suerte para ti hay una solución. Puedes hacer de tus expectativas lo más bajo que se pueda, obtener de la vida lo máximo posible y dejar a un lado las palabras que nunca podrás responder. Sé que sigues empeñado en darle respuesta, que nunca vas a rendirte. También es tarde para poder enseñarte a vivir la vida con lo que puedes optar. Todavía hay solución. Inténtalo.
Tras una tarde aburrida para muchos, he llegado a muchas conclusiones de las cuales muchos jamás habrías llegado haciendo otras cosas mucho más entretenidas. Pero no puedo culpar a nadie que haga algo con su vida, para ello será lo mejor que pueden hacer con ella. Muchos simplemente la viven de forma pasiva, dejan que todo se desarrolle según un guión. La verdad es que el interés por esas cosas no puede nacer del suelo de mi habitación y de su color apagado. 
Es todo culpa del tiempo. Es culpa de algo, no sabemos exactamente el qué, pero nos parece más sencillo así. Yo prefiero declararme culpable de perderlo sin mucho que hacerlo. Sí, estoy tirando el tiempo de mi vida. Mirando al suelo, teniendo la esperanza de que lo que escribo a alguien va a poder interesarle. Pierdo el tiempo intentando vivir mi vida, una vez que se inicia, no se podrá parar nunca el reloj. Si somos realmente críticos, un ochenta por ciento de nuestra vida no será más que una pérdida de tiempo.
No, ésto no quiere decir nada. Simplemente es una manera de pasar el tiempo. Intento deciros nada porque nada de lo que os diga os importa. No hay conclusión para todo ésto. No hay conclusión para mi vida, nunca la habrá. 
  



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