Beber

"Mañana soleada por el verde prado embellecido por las caricias de tus delicados y suaves pies, dejándose caer lentamente por aquel extenso paisaje de una gran viveza. Tropiezo torpemente una y otra vez observando aquellos grandes árboles repletos de coloridas hojas, debajo de las cuales te sientas huyendo del Sol asfixiante de los calurosos días de verano. Puede escucharse el sonido del río bañar rozar con un agradable sonidos las pequeñas rocas que se encuentra a su paso. Río de agua cristalina que roza tu cabello purificándose al suspirar por tu larga melena ondulada al viento. Un rubio oro que cae desde tu redonda cabeza hasta tus anchas caderas con un brillo deslumbrante.

Años has rozado mi piel y te has marchado, mostrándome en las noches este bello lugar sin decirme donde se halla y donde tú te encontrabas. Años te abalanzaste en sobre mis ideas, me prometías que volverías mañana, semanas sin saber de tí te disculpabas y todo igual seguía. Yo admiraba tus bellos ojos claros, en los que con cada mirada tuya yo me perdía. Tus palabras hacían estremecer mis oídos, que esperaban ansiosos la siguiente saliese de tus carnosos labios de los que siempre estuve enamorado. 

Pensar que siempre has estado atado a tales sentimientos que no te han dejado avanzar. Perdido en aquellos bosques de los que solo sacaste mediocridad, de los que solo sorbiste perdición y de los que no podrás volver a salir."
Tal mujer solo es un conjunto de ideas impuestas, reguladas y bien estipuladas. Dale gracias a tu indiferencia por la autocuestión, siempre te mostraste esquivo a conocer esa posible verdad que cuelga de las ramas de aquellos bosques de los cuales nunca te atreviste asomar. Escribes con tanta dulzura que produces dolor, dolor por poder considerar algo tan pobre como el cuerpo, algo tan débil como la piel algo tan bello pudiendo admirar la belleza de la verdad, la belleza del no sentirse engañado, puedes continuar.
Tus pasos te guían, tus pasos no te ayudan, anda en dirección equivocada, da media vuelta, piensa y ven a mi lado. A veces lo mejor es aprender que el sur no está por aquél lado, que el Sol no sale por donde te dijeron tus padres que saldría. No sería mejor parar y preguntar aquella señora que pasa por aquél camino y dejar que te guíe antes de perderte. Hablar por hablar, sentir sin amar es como ahogarse en la vida, solo se ahogan los que más cerca se encuentran del agua, los que más se acercan para beber del agua del que la mentira yace. Aléjate, no es mejor el agua del lago que más cerca se encuentra, ni es mejor que bebas hasta saciar la sed, saciar la sed es de personas cobardes, personas que temen no poder volver a beber.
Levanta tu mirada cerca de tus pies, serán los únicos que te dejarán avanzar, dales las gracias cuando llegues, recompénsalos cuando se hallen cansado de andar por el buen camino y castígalos cuando te lleven por el malo. No debe herir a tus armas, solo debes mostrarles cuál es el verdad camino. La voluntad debe acompañarte, deja que ella vuele y te atrape, deja que se obsesione con llegar, que no pare hasta encontrar el nuevo despertar.
Recuerda por donde no debes volver, alumbra el camino y deja que todo vulva a surgir.