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Hasta pronto

El tiempo pasa, con cada paso adelante que das, siente que cada una de las cosas que te apoyaba, te van dando la espalda. Puede que no todo sea casualidad, quizás tus nuevas ideas no acaban de gustar. Elegiste el camino menos favorable, pero para ti el más sincero, por ello ahora sientes la verdadera soledad. Las paredes frías no son capaces de calentarse, no sienten la necesidad de hacerlo al no reconocerte entre ellas. Te hace cuestionarte una y otra vez si el camino fue el correcto y si las cosas serían mejor mirando desde otra ventana más lejana.
Parece que tus nuevo compañeros no van a contestar a tus ruegos. Tambalearse y dictar sentencia sobre los cementerios es inútil, lo sabes, pero son los únicos que al menos no te interrumpen al hablar. Cada noche, más oscura que la anterior, saludas mirando a sus lápidas a tus nuevos amigos perdido entre los tragos que te hacen perder toda esperanza sobre lo que un día quisiste encontrar. Te sientas entre cientos de personas que forman parte de la tierra, como un espejismo en el desierto, cualquiera tuviera más suerte para encontrar el agua que calmase mi sed.


La vida te ha dado más de lo que meres, pero insistes en acabar con todo apartando la mirada de todo ruego por volver. Entendiste cuál era la verdadera misión en tu vida, elegiste cumplirla sin importar el precio. Nunca imaginaste que nadie te apoyaría, a pesar de saber que eres todo lo sincero que tu persona te permite. Al parecer, se prefiere a gente que sepa aceptar una vida llena de mentira sin cruzar la verja que nos separa del vecino. La locura supuesta por tus actos empiezan hacer mella sobre tu salud mental, las voces te mandan acabar con tu vida ya.
No elegiste donde nacer, pero es una condena con la que tendrás que cargar toda tu vida. Quizás tu vida a cientos de kilómetros sería mejor, pero tan sólo es una esperanza que guardas para cuando no tienes nada más a lo que poderte agarrar. Las murallas son altas, quizás demasiado para saltar, el premio a pagar por dejar atrás toda vida anterior. Somos tan diferentes. Una vez creí que deberíamos acabar con el concepto de nación y país, pero si nada nos diferenciara los unos de los otros, ¿sería el espacio la única forma de escapar? Por suerte nos podemos dividir por más que nombres.
Cientos de personas se concentran en pocos metros sin que tenga que ser una gran reunión, sin nada más que decir, sin echar a la cara o pensar, están sin más. No pueden escuchar lo que sus familiares les dicen, ni los lamentos acompañados de lágrimas amargas, será suerte para ellos no poder hacerlo, ¿quién podría escuchar a sus familias llorar sin poder decirles que estás bien nunca más? Esos son mis compañeros cada noche, lo que fueron personas que ahora no pueden vestirse, hablar o actuar de otra forma para poder diferenciarse de las demás. A veces me da pena, creer que serían diferentes por cosas estúpidas que nunca entenderé.
Camino a pasos descalzos sobre el asfalto, el frío es la última de mis preocupaciones. Parece que la vida me regala este paso lento y sobrecogedor, nunca entenderé por qué a mí. Quizás sea hora de decir adiós a todo lo que creí conocer. No es que vaya a rendirme, sino que pienso saltar al otro lado y espero no volver nunca. Quizás ahora que lees ésto, puedas entender por qué dejé de contestar a tus llamadas. Sabes que soy el único culpable.


Puede que no fuera del todo sincero contigo, pero hace años que llevaba soñando con este momento y ahora que puedo vivirlo, no es que me importes tan poco, es que creo que es la única opción que me queda para poder ser quién realmente debo ser.

2 comentarios:

  1. Como siempre, cada retazo de escritura refleja una oleada de emociones que me hacen ser sirviente y ávido de más párrafos. Enhorabuena.

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  2. Muchas gracias, como siempre Luis. Comentarios así son de gran ayuda.

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