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No es un día especial


No necesitamos de días especiales para poder recordarle a alguien especial todo lo que sientes. Pero lo que sí debemos es no perder oportunidad para hacerlo. Claro que es complicado exponer todo lo que supone esa persona para estar a la altura, pero ya que me he decidido, espero por lo menos que le guste. Seguro que echaba de menos palabras así, pero es una muestra más del orgullo que representa ella y nuestra relación.

Hace más de tres años que nos vimos por primera vez. Amigos comunes para pasar el rato sin ningún tipo de expectativa. Sin ser casi capaces de intercambiar palabras, sufriendo los nervios y sin saber qué hacer. Nadie podría imaginar a esas alturas que eres una de las personas que ha logrado abrir una de las grietas más grandes en mi mundo. ¡Cuántas cosas me has hecho repensar! Eres la culpable de que esté viviendo una relación que sigue adelante, que sigue sumando y de la que solo puedo sentir orgullo. No es porque seas ese uno entre un millón, no creo en eso. Va más por el camino del respeto, la honestidad y dignidad. Es el camino que recorremos juntos y sin miedo a equivocarnos. Somos dignos cada uno del apoyo que nos aportamos porque hemos luchado contra cada unos de los mal entendidos, aprendiendo a entendernos y a pesar de que a veces hay que dejar la racionalidad a un lado. No merece la pena estar enfandado contigo.

Nada de amor romántico, no se confundan. Ni príncipes, ni princesas en los que reflejarnos, es mejor romper con los estereotipos estúpidos y normas que nos digan cómo se siente el amor. Sonará mucho a cliché, pero ni aniversarios, ni regalos estúpidos para intentar enmascarar ese aburrimiento que acaba sufriendo la gente cuando ha pasado el tiempo. Es evidente que tenemos mucho que celebrar, pero los grandes regalos surgen tumbados hablando sin miedo a lo que decir y que puedas seguir mirando a los ojos sin miedo. No he perdido las ganas de abrazarte y sigo disfrutando de esos silencios en los que no hace falta decir ni pesar nada.

Hay tantas cosas que agradecer que es complicado resumir. Caras de felicidad que recibes aunque sepas que a ella no le interesa demasiado el tema. Mensajes interminables en los que siempre te quedas cortos y sea difícil o no siempre hay respuesta. Recuerdos, miles para sentir que aunque todo vaya mal, siempre habrá algo que te dará fuerzas para continuar. Admiración en cada logro porque sabes que ella y todo el mundo se merece reconocimiento. Las ganas de hacer el tonto y que se te escapen las risas que tan bien te hacen sentir. Es única porque sabe que aunque no duremos para siempre, nos debemos la persona que somos hoy en gran medida.

Isabel, sé que no es demasiado y que te mereces mucho más, sin embargo, no dudas de que estas vayan a ser mis últimas palabras. Gracias por todo lo que has significado para mí y lo que lo sigues haciéndolo. Sabes que cuando te digo te quiero, no hace falta cuantificarlo porque es sincero. Te quiero porque me es imposible no hacerlo.

6 comentarios:

  1. Bellísimo, amigo, además de bien escrito suena sincero de verdad. Feliz tarde, saludos.

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    Respuestas
    1. Si te doy la gracias, Servilio, quedaría muy repetitivo. De todas formas sabes que agradezco tu palabras siempre. Nos leemos, amigo.

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