Se acabaron los cordiales saludos. Los apretones de manos o besos. No estamos en ninguna reunión social. No tenéis por qué hacer algo que no queréis. Sois libres para actuar mientras estemos todos juntos. Es tarde para cuestionar. Tanto daño nos ha hecho que nos trataran como simples ratas de laboratorio que podéis gritar sin miedo a nunca volver hacerlo. Hablad sin miedo. No hay represión por ir en contra de otras ideas. Aquí es donde de verdad encontraréis la verdadera libertad. La libertad de hablar sin sentir miedo a que otros puedan taparte la boca.
Invitados quedáis a venir. Ya sabéis donde nos podéis encontrar...
Necesidad
No importa la dificultad del tema que estoy apunto de afrontar. No pienso tener piedad, puede que todo llevado al extremo y reduciéndolo todo a su mínima expresión no sea tan noble como lo podréis considerar. Pero no es momento para tener piedad cuando nadie la tuvo con nosotros. Aprovechemos esta idea que tan bien suena y que quizá con suerte algunos podáis todavía creer en ella, "libertad de expresión".
La necesidad es algo complicado de analizar, de comentar y explicar. Así que sólo advierto de ello, no pido que se me tenga ningún tipo de miedo a criticar o llevar la contraria. Para comenzar me alejaré de las denominadas "necesidades vitales", ya que más tarde me centraré en algunas de ellas.
Las necesidades por desgracia para nosotros ya están enunciadas y clasificadas, es decir, no tenemos la oportunidad de elegirlas por nosotros mismos. Todos sabemos que es más cómodo que nos lo den hecho, sin tener que molestarnos en analizarnos, mientras que otros puedan hacerlo y tengan un interés mayor que nosotros. Parece que en este caso no es una necesidad de una gran relevancia.
Una de las necesidades que más conviene a una economía capitalista como la nuestra es la del consumo. Cada día con necesidades mayores y más difíciles de abastecer. La necesidad de renovarse en las empresas y crear nuevas necesidades es vital para que nunca se detenga el consumo. Es increíble como cualquier objeto cotidiano es elegido para destruir su fin principal y que nos aporte miles de cosas más que no necesitamos. No nos preocupa, lo mejor de todo es que lo vemos como un favor.
El consumo es una espiral que nunca termina. Siempre volvemos al mismo punto, una necesidad que antiguamente habíamos satisfecho, pero ahora no nos vale el producto, ha salido uno mejor y necesitamos ese. Nuestra satisfacción no dura demasiado con el producto obtenido, siempre hay alguno mejor y que nos interesa. Esa falsa sensación de evolución nos mantiene en esa necesidad insatisfecha, esa necesidad de poder optar a algo de mejores condiciones y calidad. No importa mientras el dinero sea algo que nos sobra, en caso contrario siempre puedes buscarte distintas formas de conseguirlo.
Creo que es un ejemplo del que todos somos conscientes, por ello lo dejaré apartado y por concluido. A parte de haber hablado del dinero, algo de los cual siempre está asociado, dejaré que se pueda cuestionar cuántas de vuestras cosas de la vida cotidiana realmente necesitáis. La sociedad, sin poder sacarla de cualquiera de los esquemas, siempre se encuentra en la cumbre. Siendo responsable de este tipo de cosas.
Sabiendo que no podré hablar de todas las necesidades, prefiero centrarme ahora en la necesidad de relación de los seres humanos. Me parece interesante poder hablar de esta necesidad con claridad y sin miedo a lo que vaya a decir.
La necesidad de relación, es prácticamente que como seres humanos nos vamos a poder elegir en nuestros primeros pasos. Una madre y un padre darán un lugar en el mundo a nuestra persona. Sin desgracia contemplada tendremos una relación de necesidad paterna y materna. Ellos debido a la falta de poder defendernos en la vida nos darán todo lo que necesitemos para poder sobrevivir. Desde los inicios de nuestra vida nos encontramos a alguien que satisfaga nuestra relación de relacionarnos para sentirnos comprendidos, entendidos y queridos.
Esa necesidad de relación para ausentarnos de una supuesta mala soledad no es algo de a lo que nosotros no llegaremos en principio, sólo nos convenceremos de ella. La soledad, como nos han hecho creer, sólo trae que cosas negativas. Necesitamos de alguien que nos haga sentirnos realizados y saber que hemos superados ciertas barreras. Necesitamos a alguien en cada punto importante de nuestra vida, alguien que nos aconseje cómo debemos hacer las cosas. No podemos hacerlo solos.
La soledad es un castigo, algo que no debe sufrir nadie. Creo no ser el único que haya escuchado esas palabras alguna vez en su vida. Una condena que no se sabe apreciar parece. Siempre se escucha de bocas ajenas apreciar la soledad para ciertas cosas, pero no por un largo tiempo. A nadie le gusta caminar solo por los senderos de la vida eternamente.
La independencia de nuestros modelos sociales y morales (nuestros padres) es por muchos deseada. ¿Hasta dónde llega esa independencia? Muchas veces por poco tiempo, se convierte en la convivencia con otra persona. Nos alejamos por momentos de aquello que nos agobia, pero elegimos a otras personas para combatir ese mal. Nunca llegaremos a una independencia total.
Acabaremos locos, desconsolados en el comportamiento antisocial. Si hablamos de la evolución del ser humano, ¿por qué no evolucionamos a algo completamente independiente? Porque estar alejado de la sociedad no es bueno, eso parece. Si todos hubiéramos evolucionado a favor de la soledad, cada uno independiente, la sociedad no sería viable, posiblemente sería la autodestrucción del ser humano. Pero es algo que no estaremos dispuestos a saborear. Demasiado cerrado está el círculo para que intentemos alejarnos demasiado del resto.
Nos compadecemos del soltero a una avanzada edad. Es un desgraciado porque nadie le ha querido aceptar. No vale que se sienta bien sólo, es para que no nos preocupemos, pero nos empeñamos en que encuentre a alguien o por lo menos que se sienta mal en su soledad. Muchas veces hacemos recaer a aquél que no necesitó del resto para seguir con su vida. Creemos que será feliz compartiendo las cosas con alguien.
Eso es, el egoísta es el que no quiere compartir y no podemos ser tan egoístas. Tenemos que compartir, moralmente es incorrecto. El egoísta vaga por las sombras de la soledad, la creencia de el autoabastecimiento es falsa, imposible. Quizás creer tanto en el ser humano es pasarse, no puedes hacerlo todo por tu cuenta. Parece que está mal aislarse del resto, no querer relacionarse con gente que no te interesa o no querer compartir tu vida con alguien.
Hicimos de nuestra necesidad de relación algo de culto y admiración. En esta sociedad cada vez está más valorado el sexo, algo que acaba casi con el nombre de la necesidad. Ya no hace falta cruzar ninguna palabra, no necesitamos saber nada de la persona con la que vamos a mantener relaciones sexuales. La evolución de la sociedad ha trae cada vez una mayor exposición del sexo, algo de lo que cada vez se hace más prensa y exposición. Como si fuera algo que se nos quiere implantar, un mensaje en la frente del cual la mayoría no entendemos por qué pero no impide que se siga extendiendo. Pronto puede ser que la gente se canse de ser un simple cuerpo al que utilicemos como un clinex hoy y mañana vayamos a por otro.
Nuestras necesidades vitales caen en la misma espiral que en el consumo. La necesidad de conseguir energía a través de los alimentos, a veces deja de ser una necesidad para convertirse en un vicio. Cada vez nos volvemos más exigentes con la comida, no nos basta con el hecho, sino que queremos hacerlo con gusto, disfrutando de ello y cuanto más mejor. Lo bueno es que cada vez es más fácil hallar el alimento y cada vez en mejores condiciones. Lo único que necesitamos es acudir a cualquier tipo de mercado o derivados donde la venda y siempre que tengamos dinero adquirirla.
Lejos quedaron las carreras de nuestro primeros antepasados corriendo tras la presa para poder comer. Un hecho de pura supervivencia, de comer con gusto, porque quizás mañana no tuvieran para comer. La caza actualmente es un deporte, una actividad recreativa de la que la mayoría podemos escapar. Por ello si podemos considerarlo una necesidad, pero del hecho actual es casi por placer, una forma de estimular nuestros sentidos. Acabamos haciendo de las necesidades el abuso y el exceso.
Por último me gustaría invitar a la reflexión. ¿Vosotros qué hacéis de las necesidades, algo que inevitablemente tenemos que calmar o el exceso y el abuso? Las necesidades necesariamente nacen de la supervivencia de la especie. Parece que seguimos empeñados en cambiar su sentido y destruirlo. En hacer de ellas una manera diferente de entretenernos. No intento con ello que tengáis el mínimo pensamiento acerca de cambiar vuestros hábitos, no soy quien para hacerlo. Supongo que podréis mantenernos al margen, pero seréis vosotros quienes acaban con la "necesidad".
Necesariamente invita a reflexionar. Enhorabuena por el Blog. Saludos de Traffic Club y El Talco Negro.
ResponderEliminarMuchas grcias. Es una buena razón para seguir escribiendo. Gracias por pasarte.
EliminarYo supongo que mediante la conotación de la palabra necesidad, que a lo largo de la historia de la humanidad se ha asociado a la supervivencia, pueden hacer negocio. Para explicarlo de otro modo y mucho mejor; Crear una "necesidad" cuyo fin sea el de adquirir un nuevo producto que pueda satisfacerlo pese a que la misma necesidad en sí no sea más que un invento totalmente eludible para la supervivencia de la especie. Cada vez me siento más como el perro de Paulov.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario y por darnos tu punto de vista. Espero poder seguir viendo comentarios como este. Gracias de nuevo. Un saludo.
ResponderEliminarExcelente artículo César que puede llevar a la reflexión a los que estamos predispuestos a ella. Sublime lo del consumismo ! Un saludo compañero de Traffic-Club desde Frases Célebres !!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Me alegra saber que te haya gustado. Espero próximos comentarios. Un saludo.
EliminarBuenas reflexiones César. Es hora que nos preguntamos el por qué de las cosas. Nos hemos acostumbrado a aceptar las cosas, porque esto es así. Ese discurso no me vale, callarse sólo sirve para alargar los problemas en el tiempo.
ResponderEliminarTRAFFIC CLUB, Fútbol y Tenis, más que un juego
Estoy contigo, aunque es complicado conseguir que las cosas cambien.
EliminarMuchas gracias por el comentario. Espero volver a verte pronto por aquí. Un saludo compañero.