Search This Blog

Carta a un desconocido II

La primera parte os la dejo a continuación: Carta a una desconocido I

Ese día, a la salida de la reunión yo corría con intención de alejarme cuanto antes de aquel lugar. Había conseguido durante todo este tiempo no tener relación con nadie. Suficiente humillante ya es ir, como para que encima alguien de ese ambiente quiera ser tu amigo. Imagínate ir a hacer la compra, encontrarte con algún vecino para que te asocien con alguno así y luego te pregunten de qué lo conoces. No me gusta mentir a la gente conocida, pero obviamente no saben que soy un borracho. Así que les cuento verdades a medias. Yo tengo moral y esas cosas, no te confundas.

Desgraciadamente hubo alguien que se me acercó por la espalda e interrumpió mi nervioso paseo de vuelta:

-Hola, otra vez- dijo tras una sonrisa un hombre.

-¡Ah! Hola. Perdona, pero no recuerdo tu nombre- como si realmente me importase.

-Soy Miguel, un borracho como tú- dijo entre risas.

-Lo siento, no me hace gracia. Soy un persona respetable y para un desliz que tengo en mi vida, no me gusta que solo me recuerden por eso-.

-Perdona, no quería ofenderte, solo que no me gusta tanta seriedad. Allí se respira un ambiente horrible. Me apetecía saludarte y ya que nos vemos a menudo, saber algo de ti. Oye, ¿por qué no vamos a tomar algo a mi casa? Tengo un café genial, ¿qué dices?-

-¿Has visto qué hora es? No son horas, que la gente mañana tiene que levantar el país-.

-¡Qué levantar el país! Ni que tu trabajo fuese súper importante. Si lo fuese y tuvieses mucha pasta, estarías jodido con algo mejor que la botella. El alcohol es de pobres. Además, -tras una mirada de arriba abajo- no es que tu ropa me fuese hacer creer algo así. ¡Venga, tómate algo! Tengo algo que te va a interesar mucho-.

Fue un rato el que le costó convencerme para que fuese a su casa. No sé por qué al final accedí a ir, quizás porque me atrajese o más la idea de ver lo que me tenía que enseñar. Su casa estaba cerca y prácticamente éramos vecinos, pero jamás me había fijado en aquella vivienda. No es que tuviese algo especial, es que ni siquiera sabía que existía. Como siempre iba con prisas, no me había molestado.

Lo que era seguro es que había algo raro en su mirada, algo que no me acaba de convencer. No te confundas, él no era capaz de esconder demasiado bien su afición por la bebida, no era eso. Era evidente que tenía algo más que mostrar, algo que no me olía demasiado bien. Había algo apagado en su mirada y unas ganas casi maniacas porque accediese a sus súplicas.

14 comentarios:

  1. Seguiré la historia César
    Gracias escribes claro y lindo🌷🦋

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias por tu palabras, siempre bonitas! Espero que te guste mucho la historia. ¡Un saludo!

      Eliminar
  2. Uiixxx ahora estoy intrigada! He ido a leer el primero también, la verdad es que me ha gustado mucho esta historia por partes. Estaré atenta a ver cómo sigue! Saludos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, María! Espero que sigas intrigada hasta el final y te guste entera. ¡Un saludo!

      Eliminar
  3. Wow! me ha enganchado, tengo ganas de saber que es lo que le tiene que enseñar, jeje. Una historia bastante interesante. Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Mireia! Espero que te guste hasta el final. Un saludo.

      Eliminar
  4. ¡Madre mía! Pues espero la tercera parte. Me has dejado con una intrig asombrosa, así como el protagonista. Me has dejado pensando qué puede ser.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Pronto, pronto! No hay que impacientarse. Gracias de nuevo. ¡Un saludo!

      Eliminar
  5. Desde luego sabes mantener la intriga,... esperamos al capítulo III!

    ResponderEliminar
  6. Hola!! Me dejaste con mucha intriga y con ganas de saber cómo sigue. Espero que subas la continuación muy pronto.
    Te dejo mi blog para que puedas visitarlo: www.loscorazonesliterarios.blogspot.com.ar
    Ya te empiezo a seguir, besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Micaela! De tanto pedírmelo, al final voy a tener que sacar pronto la entrada. Me alegra que os haya gustado. ¡Un saludo!

      Eliminar