Entra el sol por la ventana de mi desordenado cuarto, las seis de la mañana, me cuesta mantener los ojos abierto y sostener el vaso lleno de ron, parece ser que todavía no se ha contestado mi pregunta y trago a trago me cuesta más mantenerme concentrado. La noche había muerto y con ella todas mis esperanzas de poder sentirme liberado. Tirado en el suelo, tumbado sosteniéndome sobre mi codo, dejando caer todo mi cuerpo sobre el suelo intento no moverme demasiado para no gastar energías. Llevo bebiendo horas y no sé que será de mi. Me intento levantar, por primera vez en horas voy a ponerme de pie, vacilando se me cae el alcohol sobre el suelo, al verlo, mi vaso acabó estampado sobre la misma superficie después del cabreo que tenía. Consigo mantenerme de pie durante unos segundos y vuelvo a caer sobre mis rodillas. Estaba siendo un espectáculo verme levantarme. Como no podía ser de otra manera arrebaté toda mi ira contra el suelo con un puñetazo, mi cara lo decía todo, mi gesto arrugado debido a la presión de mi boca abierta gritando. Mi mano, destrozada por el golpe, sangrando e hinchada. La sangre salpica gota a gota el suelo, mi lengua que ya no está bajo mi control lame cada gota como si fuera la última mientras cae de la herida mano. Siento que siempre todo es igual, siento que nada va a volver a ser lo mismo... Mientras tantos las palabras golpean mi cabeza y el dolor se hace insoportable.
Me acerco a un espejo que tengo colgado el la pared. Mi cara es un poema, mis ojeras, los arañazos, las heridas... Es todo tan agradable que no puedo evitar ponerme a llorar, me acerco al espejo lentamente y le doy un beso, escupo y me digo: -Mírate, das asco imbécil, no había nadie más puta qué tú- Las carcajadas son aún mayores y me encamino a salir de mi habitación. El camino se hace difícil, pero lo hago más entretenido caminando a cámara lenta, mi cuerpo se tambalea demasiado y no puedo hacer mucho cuando me dispongo a caer. Al caer me río de nuevo, me levanto y sigo a lo mío. Consigo llegar a la cocina dónde está mi gato bonito, de color gris: -Hola bonito, buenos días. Eres mi único amigo y por eso te dejaré marchar, nadie merece tal desgracia.- Todo esto mientras parecía que caminaba por una cuerda haciendo equilibrismo e intentando articular bien las palabras con tal borrachera que llevaba.
Cogí una silla y me senté en la mesa que estaba junto a la mesa. Sentí un gran alivio y dejé caer mi cabeza sobre la mesa mientras cantaba una vieja canción pirata que me había enseñado mi abuelo. Quedé así un par de minutos hasta que oí como llamaban a la puerta. Me dirigí caminando algo mejor y justo cuando estaba al lado de la puerta me dejé caer sobre ella y sonó tan fuerte que fuera se asustaron.
-¿Quién es?- pregunté sosteniéndome sobre la puerta como podía.
-Le traigo el periódico señor, ¿está bien?- preguntó el joven.
-¡Mejor que nunca!- contesté enfadado por la pregunta.
Abrí la puerta y le solté:
-¿No crees que es demasiado pronto para traerme la mierda esta pobre desgraciado?- con un tono burlón y vacilante.
-Perdone señor pero yo solo cumplo con mi trabajo- contestó el niño asustado.
-¿Tu trabajo es tocarme los huevos es tocar los huevos con la mierda del país?- grité sin ningún remordimiento. Le arranqué el periódico de las manos y se los tiré un par de metros más para allá.
-¡No vuelvas por aquí! En esta casa no son bien recibidas los problemas del país que no me incumben- volví a gritar levantando los brazos.
El joven salió corriendo y dejándome solo. Salió mi gato asomándose para ver que pasaba, lo cogí, lo besé y volví a casa.
En este mundo la gente no entiende que la gente se aburre de este asco de sociedad y de sus estupideces. Estoy harto de que crean que mi problemas son los suyos y que pueden compartirlos conmigo. Si de verdad me importase aunque fuese un poquito que no tuviesen ninguna duda de que iría a llamarlos a sus casas para preguntarles.
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"Cuanto más conozco a los hombre más quiero a mi perro". ¿O no? A la espera del siguiente capítulo!
ResponderEliminarPronto! Tengo que ir alternando para que no se haga aburrido. Espero que te haya gustado. Gracias por el comentario!
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